Si se toma en cuenta que la universidad en Uruguay es gratuita el dato es alto y preocupante. Según indica Subrayado un estudio realizado por los investigadores Marcelo Boado, Lorena Custodio y Raúl Ramírez, analizó la deserción en la Universidad de la República entre 1997 y 2006.En Uruguay hay dos puntos de vista por donde ver este asunto, en primer lugar la dificultad que tienen lo estudiantes para compatibilizar estudios y trabajo, la escasa inserción de la universidad a distancia y los maratonianos turnos lectivos hacen imposible para el estudiante trabajar.
Por otro lado, la inexistencia de un oago (en forma de tasas o como fuere) por mas pequeña que sea esa "colaboración" debe existir porque de esa forma el estudiante no irá a perder el tiempo y acudirá a clases si realmente cree que sacará adelante el curso y se recibirá. Hoy muchos (no todos) acuden por acudir, sin ganas, sin tesón y sin una vocación de estudio y sin una orientación vocacional establecida lo que irremediablemente termina en fracaso.
Por otra parte la gratuidad lo que provoca también es que estudiantes que se gradúan luego emigren y ese esfuerzo que realiza el conjunto de la sociedad en el se vea tirado por la borda porque ese estudiante no repercutirá sus servicios en esa sociedad que le ha subvencionado sus estudios. Es como que el sistema busca la justicia social pero temina corrompiéndose por si solo y llegando a la perversidad.
El pago de unas tasas es lo que se hace en todo el mundo el las universidades públicas, un mínimo que les permita atender los gastos mas elementales, por supuesto que el aval del Estado estará siempre pero sin que sea una carga tan importante para la sociedad.
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